Fiambalá
La Ciudad de Fiambalá fue fundada en 1.702 por Diego Frites de Carrizo, en un gran valle emplazado en zona de montaña y creada como reducción para adoctrinar a los kakanos, aborígenes de la región, quienes bautizaron a esta zona Pianwalla, que significa “penetración en la alta montaña”. El término también posee otras definiciones como “Casa del viento” o “País del viento” y para otros, deriva del vocablo indígena “fiambalao” relacionado con la tribu del mismo nombre. Está a una altitud de 1.550 msm. Cuenta con 4,639 habitantes (Indec, 2010).
Como decíamos en la introducción, la ciudad no está preparada turísticamente ya que, aunque cuenta con varias opciones de alojamiento, no cuenta con buena infraestructura que dependa del gobierno provincial o municipal. En la Oficina de Turismo no tienen mapas o información impresa, como una lista simple de alojamientos con teléfonos. La señal de celular es muy mala y el Wifi gratis que se ofrece en la plaza principal no funciona.
En la ciudad hay dos campings. En ninguno de los dos pudimos quedarnos porque son chicos y nos resultó imposible maniobrar la casa rodante. Terminamos en unas cabañas que no nos gustaron pero tenían un espacio donde pudimos dejar la casa.
Hay en la zona muchísimas cosas para conocer y visitar. Algunas las hicimos y las mostramos aquí, y otras quedarán para un próximo viaje, como algunas excursiones 4x4 a termas alejadas y géiseres (Termas de los Hornos).
Termas de Fiambalá
El complejo termal se encuentra ubicado a 17 km. de Fiambalá y a 1.650 m.s.n.m. Es el destino turístico por excelencia de la ciudad. La temporada alta es en invierno y justamente como los días eran tan calurosos cuando fuimos en marzo, nos aconsejaron ir en el turno de la noche. Fue un muy buen consejo porque el agua caliente se toleraba muy bien a esa hora y realmente fue una hermosa experiencia estar en las termas bajo las estrellas. Cuenta con 17 piletas construidas con roca cordillerana en nueve desniveles descendentes, emplazadas en una quebrada frondosa en un medio natural. Las temperaturas del agua de las piletas varían entre los 30 y los 52 grados centígrados, alcanzando los 70ºC en el ojo de la vertiente. Tiene vestidores y baños y un restaurant básico. El camping estaba cerrado.
Cuando estuvimos (terminando la pandemia) se podía entrar por turnos que había que reservar y pagar en la Secretaría de Turismo que está en la plaza principal de la ciudad.
No quisimos llevar la cámara de fotos por miedo a mojarla y porque el complejo no tiene lockers (!) así que sacamos fotos con la GoPro... y quedaron horribles!!! Super movidas por la falta de luz. Ponemos un pequeño video entonces para mostrar las Termas.

Duna de Saujil y Desierto y dunas de Tatón
Hacia el norte de la ciudad siguiendo la ruta 34. La acumulación de arena debido al efecto de un persistente viento sur que recorre los campos diariamente ha originado una serie de curiosas formaciones de arena en el norte del departamento.
La duna Mágica en Saujil, ofrece un escenario magnífico para la recreación, la fotografía, las caminatas, etc. Tiene 100 metros de alto y es un buen lugar para practicar el sandboard.
Para ver el desierto y las dunas de Tatón desde Fiambalá se debe seguir la ruta provincial nº 34 hacia Saujil, luego doblar hacia Medanitos (lugar donde termina el asfalto) y allí cruzar el río para seguir hacia Tatón. Son aproximadamente 40 km hacia el Norte. En el paraje de Tatón hay camping y proveduría. Por entre ellas se ha desarrollado en los últimos tiempos el recorrido del Rally Dakar.
La Ruta del Adobe
La Ruta del Adobe es un recorrido por la cultura e historia del Valle de Abaucán visitando sus ruinas precolombinas, capillas coloniales de adobe, bodegas y pueblos al pie de los Andes. Recorre antiguos edificios coloniales (iglesias, viviendas) y un sitio arqueológico Incaico. Todos están construidos de Adobe y algunos son Monumentos Históricos Nacionales.
Está entre Tinogasta y Fiambalá con un recorrido de 57 km. En cada una de las paradas de la Ruta del Adobe hay una señal o cartel informativo de color marrón, con letras blancas que contiene los datos más relevantes del sitio.
Nosotros visitamos dos:

La Iglesia de Andacollo.
Está a 32 km al sur de Fiambalá por la Ruta 60. Este sitio hoy despoblado fue originalmente el primer asentamiento pastoril de la zona. El río que marca su límite norte fue desviado y sus pobladores se mudaron a El Puesto, se dice que hacia 1930, aguas abajo, sobre el río Abaucán, que era otro puesto de pastoreo. La capilla quedó solitaria y abandonada con el pueblo desierto y derruido. En el año 2001 fue restaurada. El edificio es de estilo Neoclásico, y su fecha de construcción es incierta pero se sitúa en la primera mitad del siglo XIX y es por lo tanto la más "moderna" de la Ruta del Adobe.
 El retablo moldeado en adobe es notable.
Capilla de Nuestra Señora del Rosario.
Un poco más al sur por la ruta 60 sale a la izquierda el desvío a Anillaco al cual se llega luego de 5,5 km. Un paraje que otrora fue el más importante de la región.
Fue construida en el año 1712 (segunda iglesia más antigua del país!!) por Don Gregorio Bazán y Pedraza.
Su altar está completamente construída en barro y es una de las expresiones estéticas más interesantes del arte religioso popular.En el dintel está grabado Ave Maria Gratia Plena Año 1712.
El techo se construyó sobre una resistente estructura de algarrobos con cañas y barro. El piso es de tierra y los muros son gruesos (1 m de espesor).
La Ruta 60 o de los seismiles y el Balcón del Pissis
La Ruta de los Seismiles es un tramo de la Ruta 60 que sube desde Fiambalá en Catamarca en un recorrido turístico en la Cordillera de los Andes entre los volcanes de mayor altura del planeta, muchos de los cuales superan los 6.000 metros de altitud. Esta es la segunda zona más alta del mundo después del Himalaya.
Comienza en Fiambalá y termina en el Paso de San Francisco en el límite Internacional con Chile. Se puede seguir viaje en el vecino país, llegando a Copiapó tras un viaje de 680 km en total.

La Quebrada de las Angosturas es un tramo sinuoso, que fue el último en asfaltarse. Comienza en el km 43 y atraviesa una zona precordillerana abrupta y con cerros de variados colores con rojas de tonos rojos, ocres, negros y grises. El camino es muy sinuoso con curvas pronunciadas. El río corre encajonado junto a la ruta.
En el km 100 en el paraje Cortaderas, se encuentra el Hotel Cortaderas, una hostería internacional en medio del solitario paisaje puneño.

Refugios de la Ruta 60.
Son en total seis y están ubicados a unos 25 - 30 km de distancia entre sí. Son casillas con techo de metal a dos aguas de cemento. Sirven para las emergencias y contienen leña y un intercomunicador por si ocurre algún problema en la ruta. Sirven de resguardo.
El Mirador del Pissis, es una alternativa fuera de la ruta de Los Seismiles. Se llega por un desvío de tierra que nace pasando el Paraje Pastor Largo. Son 55 km más de ripio de montaña, en general bien mantenido porque son los caminos de entrada a las minas de litio y oro de la zona. De todas formas es una excursión para hacer en vehículos 4x4. Nosotros nos agregamos en el lugar del inicio del ripio a una caravana que venía desde Fiambalá. Estuvimos en el lugar a las nueve de la mañana porque sabíamos que las excursiones salen muy temprano. El guía era un ex maestro rural de la zona por lo que tenía amplísimos conocimientos de la geografía e historia de la zona. Perdimos su contacto lamentablemente. Se comunicaba con cada vehículo a través de un handy. La excursión llega a una gran altura en pocos kilómetros por lo que es frecuente que muchas personas sientan el mal de alturas. El guía estaba preparado con oxímetro y tubos de oxígeno y tuvo que usarlos con una turista en nuestra excursión!
El Volcan Pissis, que se ubica sobre la frontera entre Catamarca y La Rioja, es todo un record. Se lo reconoce por su cumbre nevada aún en verano. Es la cuarta montaña más alta de América (6.792 m) y el volcán inactivo más alto de todo el mundo.
Esta zona es una reserva de vicuñas. Se las puede ver a partir de los 3500 m de altitud.
La primer parada es la Laguna de los Aparejos, donde se pueden ver los flamencos que durante el verano emigran a esta zona.
La segunda parada es la Laguna Celeste, que impacta por la intensidad de su coloración.
 Luego, una trepada más a la montaña permite llegar a lo más alto, al Balcón del Pissis, un mirador natural desde que se ve el Volcán Pissis, la Laguna Negra y un grupo de salares blancos que contrastan al final de la mirada con la Laguna Verde.
Muchas de las excursiones terminan su recorrido en el balcón. La nuestra siguió el camino que baja rodeando la Laguna Negra. Este camino está en arreglo por parte de las mineras pero está en malas condiciones. Pero vale la pena hacerlo! En el camino se ve la Laguna Negra desde ambos márgenes, montañas desgastadas por el agua de deshielo, más flamencos y hasta un cachorro de zorro colorado que posó para nosotros.
Y finalmente el camino continúa hasta la Laguna Verde, pasando primero por dos ojos de agua impresionantes, aparentemente conectados con la laguna. Llegamos a este lugar a la una del mediodía en el momento exacto en que comienza a soplar el viento y ésto produce un fenómeno particular: mezcla el agua salada de una laguna con la dulce de la otra y eso hace que el color de la laguna empiece a cambiar hacia un color esmeralda por un cambio químico del agua. Es muy impresionante ver como el color se va acercando a la orilla. 
En estas dos fotos se puede apreciar el cambio de color: la primera fue tomada a la mañana desde el Balcón del Pissis y la segunda a la tarde ya volviendo de la excursión.
Video resumen de la excursión al Balcón del Pissis

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